domingo, 8 de febrero de 2009

EDUCACIÓN
Dentro de las lecturas aconsejadas para esta semana me llamo la atención un artículo de la revista electrónica RAZON Y PALABRA sobre la cual comparto el siguiente comentario:
Alejandro Byrd Orozco en su artículo “EDUCACIÓN, TECNOLOGÍA Y CULTURA. ESTUDIO CRÍTICO SOBRE LA RELACIÓN EN PROCESOS, PRODUCTOS Y USUARIOS EN LA EDUCACION SUPERIOR EN MÉXICO” menciona que es cierto que como actores sociales nos exponemos a diversas mediaciones (familia, escuela, iglesia, medios (entre otros)) pero lo que hace de la familia la principal agencia psíquica de la sociedad no es su característica de pequeño grupo sino sus características como escenario inmediato de aprendizaje; ciertamente relevante su opinión, si bien es cierto, es mucho el porcentaje de formación que se le atribuye al circulo familiar, también lo es que dentro de cada ser humano existen individualismos natos que permiten que el joven presente grandes diferencias en el desarrollo de aptitudes y actitudes tanto educativas como sociales y emocionales con algunos de los miembros de su familia (hermanos por ejemplo).

Mediar entre el conocimiento y el joven no es lo mismo que hacerlo entre la calle y el hogar, ya que aunque nos enfoquemos a la formación integral ya sea proporcionando a los estudiantes temáticas relacionados con la problemática del entorno en cualquiera de sus áreas y/o sobre aspectos de relevancia en su desarrollo o proyecto de vida que puede ser con temas integradores, así como, proyectos colaborativos entre varias asignaturas; nos quedamos cortos en el evaluar solo el avance didáctico, informativo y procedimental, quizás hasta el actitudinal dentro del proceso, porque cómo determinar si el aprendizaje transforma la percepción del alumno para mejorar su vida en general o si solo es excelente en la parte teórica y evidencia el conocimiento mas no lo aplica a lo largo de su vida.

Todos estamos inmersos y comprometidos a sacar adelante a los jóvenes de hoy, las instituciones educativas, con estas plataformas potencializan el carácter docente, nosotros formándonos con nuevas estrategias que llenen las expectativas con las que el joven moderno y tecnológico llega a nuestros planteles, los padres de familia haciéndose presentes en el desarrollo formativo de sus hijos y los mismo jóvenes preocupados por una mejor posición tanto profesional como social.

Sigamos adelante, y conforme veamos dentro de nuestros propios planteles cual de las partes (actores principales de la educación) requiere de reafirmación y compromiso, generemos estrategias que logren integrar de nuevo tanto sus intereses como su compromiso de no dejar de largo el objetivo principal. El desarrollo integral de nuestros alumnos.
Silvia Verónica